Asunción | Reuters. El Partido Colorado de Paraguay se preparaba hoy para agregar otro periodo de cinco años a sus 56 de gobierno ininterrumpido, aventajando ampliamente a la oposición cuando faltan horas para las elecciones generales del domingo.

El candidato colorado, el abogado y periodista de 46 años Nicanor Duarte Frutos, rondaba el 40 por ciento en las preferencias electorales reflejadas en encuestas de intención de voto publicadas hoy.

Si los pronósticos se cumplen, el Partido Colorado seguirá otro lustro como el más antiguo del mundo en el ejercicio ininterrumpido del poder.

Poco más de 2,4 millones de electores están habilitados para sufragar en este país sudamericano de 5,6 millones de habitantes, propietario de una de las economías más pequeñas de la región y de la peor fama en lo relativo a corrupción, contrabando y falsificaciones.

Por el segundo lugar en las encuestas pelean el candidato del Partido Liberal, el médico Julio César Franco, y el postulante del movimiento independiente Patria Querida, el empresario Pedro Fadul. Ambos exhiben preferencias electorales de alrededor de 23 por ciento, dependiendo de la firma encuestadora.

Están en juego la presidencia y vicepresidencia, 45 cargos del Senado, 80 diputaciones nacionales, 17 gobernaciones departamentales y 191 legislaturas locales.

Los candidatos a la presidencia y la vicepresidencia se presentan en fórmulas inseparables. Para las gobernaciones las candidaturas son individuales, en tanto los cargos legislativos son votados mediante listas cerradas de cada partido y se asignan por en forma proporcional.

"El estado fuerte depende de la autoridad moral, depende de la conciencia ética de los gobernantes", había dicho Duarte Frutos a la agencia de noticias Reuters. "Conmigo Paraguay va a volver a tener un estado fuerte porque tengo autoridad moral y conciencia ética".

"Es una lástima que la oposición no nos ayude a generar los cambios, que no genere la tensión necesaria para quebrar a los sectores reaccionarios y conservadores del Partido Colorado," agregó en referencia a la debilidad exhibida por sus competidores durante la campaña.

El programa de gobierno de Duarte Frutos propone no vender empresa pública alguna, como quiere la oposición, sino abrir parcialmente el capital de las prestadoras de servicios a la inversión privada para crear empresas mixtas.

"El estado puede y debe ser eficiente en sus emprendimientos. Vamos a sanear la administración púiblica, la recaudación de impuestos, y no vamos a blanquear a quienes robaron fondos del tesoro nacional", dijo el candidato.

"La corrupción no es algo que afecte solamente al sector público. El mayor robo de los últimos años lo hicieron banqueros del sector privado", añadió, aludiendo a dos situaciones de crisis financiera que costaron 800 millones de dólares al estado paraguayo.

Duarte Frutos prometió además duros impuestos a la tenencia de la tierra para combatir los latifundios y crear 10.000 puestos de trabajo en forma inmediata con obras viales, además de poner "mano dura" en el manejo de la policía, frecuentemente denunciada en actos delictivos en los últimos años.

Con 1,2 millones de afiliados permanentes y control sobre los más de 200.000 funcionarios públicos, el Poder Ejecutivo, la Corte Suprema y la mayoría de las instituciones públicas, el Partido Colorado es la agrupación política más fuerte de la historia paraguaya.

Según analistas, la oposición mira con cierta resignación la solidez electoral colorada, preparándose a esperar otros cinco años, o negociando cuotas de poder con el Partido Colorado, que necesitaría de alianzas para manejar el Congreso, donde carecería de mayoría.

Los candidatos de la oposición están básicamente resignados, dijo a Reuters la analista política Milda Rivarola. "Habrían tenido alguna posibilidad yendo unidos, pero la desaprovecharon".

"La venganza de los perdedores va a darse en el Congreso. Como muchos candidatos colorados son francamente impresentables, van a tener pocos votos y el próximo va a ser probablemente el parlamento más desfavorable para el oficialismo en 14 años", añadió.

La votación del domingo será para los paraguayos la más tranquila de su historia política, y la cuarta elección abierta desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner en 1989.

Stroessner llegó al poder en 1954 encabezando un autogolpe del Partido Colorado, que manejaba el gobierno desde 1947, y gobernó durante 35 años en los que fingió elecciones que "ganaba" por 99 por ciento.

Casi un millar de detenidos desaparecidos, miles de presos políticos, torturas, corrupción rampante y una economía en franca decadencia fue la herencia del régimen, que ha tenido su continuación en los gobiernos colorados electos desde 1989.

Con el ingreso per capita más bajo en 15 años, un déficit fiscal en expansión, dos millones de pobres, de los cuales casi la mitad son indigentes, Paraguay tiene actualmente los peores indicadores de desarrollo en su último medio siglo de historia.

El mandatario electo el domingo jurará en el cargo el 15 de agosto.